En un prado
cercano a la carretera de la Iglesuela, a las afueras del municipio abulense de
La Adrada se encuentra esta casa abandonada.
La pradera verde y cubierta de
margaritas contrasta con el color pálido de los muros del edificio, abandonado
desde hace más de tres décadas. Hoy solo queda la ausencia y el imponente
silencio de todo lo que se vivió bajo ese techo, viejo y roto como un esqueleto.
El papel color piel rasgado de las paredes y la madera putrefacta de las
puertas son los recuerdos marchitos de lo que un día fue un hogar, lleno de
tranquilidad y felicidad, o quizás de llanto y tragedia. Quién sabe.
Las casas
también mueren, y como los muertos, en el silencio nos cuentan historias.
Más fotos de la casa y su interior en flikr
Lugar: La Adrada, Ávila
Fecha: 27 de marzo de 2013
Metadatos:
Pentax K100D
F/5,6
Exposición: 1/90s
Sin flash
Lugar: La Adrada, Ávila
Fecha: 27 de marzo de 2013
Metadatos:
Pentax K100D
F/5,6
Exposición: 1/90s
Sin flash
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