miércoles, 24 de abril de 2013

Las casas también mueren


                                

En un prado cercano a la carretera de la Iglesuela, a las afueras del municipio abulense de La Adrada se encuentra esta casa abandonada.
 La pradera verde y cubierta de margaritas contrasta con el color pálido de los muros del edificio, abandonado desde hace más de tres décadas. Hoy solo queda la ausencia y el imponente silencio de todo lo que se vivió bajo ese techo, viejo y roto como un esqueleto. El papel color piel rasgado de las paredes y la madera putrefacta de las puertas son los recuerdos marchitos de lo que un día fue un hogar, lleno de tranquilidad y felicidad, o quizás de llanto y tragedia. Quién sabe.
 Las casas también mueren, y como los muertos, en el silencio nos cuentan historias.

Más fotos de la casa y su interior en flikr

Lugar: La Adrada, Ávila
Fecha: 27 de marzo de 2013
Metadatos:
Pentax K100D
F/5,6
Exposición: 1/90s
Sin flash




No hay comentarios:

Publicar un comentario